Esta antigua práctica combina acupresión, estiramientos similares al yoga y suaves balanceos para equilibrar los canales de energía del cuerpo y promover el bienestar holístico. Los terapeutas utilizan manos, codos, rodillas y pies para aplicar presión rítmica a lo largo de las líneas energéticas, brindando una profunda relajación, mayor flexibilidad y una sensación de armonía interior.